sábado, 20 de abril de 2013

creando una mamá

Cuando hace mas de seis años decidí tener un hijo, no era consciente de lo que suponía convertirme en MADRE ni todo lo que implicaba, mucho mas allá del dejar de tener tiempo para mi, nadie me dijo nunca que junto a mi hijo aquel día iba a renacer yo, para seguir haciéndolo cada uno de los días que han venido después junto a el.

 No soy yo quien enseña a mi hijo, mas bien lo acompaño mientras el me va mostrando el mundo, mi maestro, junto con mi pequeña niña acuática, son los que me muestran como, por donde y porqué.

 Así es como mis hijos van creando una mamá...

Abriendo otras puertas y ventanas

Siento como si de alguna forma comenzase una nueva vida...Emprendo nuevas ilusiones, nuevos senderitos... y uno de ellos es este.

 Voy a empezar la formación como asesora de lactancia, es algo que hace tiempo tenía en mente y ahora es el momento, mi príncipe de casi cuatro años me acompaña, siempre me acompaña! Prefiere aburrirse junto a mi,que divertirse en otro sitio.
Hoy hemos ido a la primera reunión en Lactaria, por el camino me iba preguntando a que se dedicaban esas mujeres a las que íbamos a ver...dice que el es un experto de la teta y puede ayudar a otros niños jejeje.

Al finalizar la reunión nos han preguntado por nuestras motivaciones para formarnos como asesoras, lo siento...me cuesta demasiado hablar en publico, me puede la vergüenza, he intentado explicar algo así, pero creo que no con mucho éxito:

 - hace 4 años que nació mi hijo, 4 años de feliz lactancia...los comienzos no fueron fáciles, a mi alrededor había mucha gente con muchas ganas de ayudar pero con mi poca información, o errónea, me recuerdo comprando una lata de leche, aun siento aquella sensación de fracaso cuando le dí su primer biberón.
Di por casualidad con el teléfono de una asesora de lactancia, por entonces no entendía muy bien que era aquello, pero me hubiese agarrado a un clavo si este me decía que podía amamantar a mi hijo, y así fue, aquella mujer me devolvió la confianza en mi, en mi cuerpo y su capacidad para alimentar y criar.

 No quiero convencer a nadie de que tiene que dar el pecho, no quiero juzgar a las mamas que decidan no hacerlo, solo (que no es poco) quiero contribuir, a que todas las mamás que quieren amamantar a sus hijos, tengan a su alcance la información y el apoyo adecuado, cuantas mas seamos mas larga será la cadena y mas fácil será llegar a todos los rinconcitos con nuestro granito de arena.

Sabéis...me emociona pensar que yo pueda ser un eslabón mas de ella...

Es epoca de cambios, de emprender nuevas tareas, seguimos como un pack de aquí para allá, mi niño pone la magia y yo las ganas de cambiar el mundo...

El duelo terminó

Ha pasado un año desde la pérdida de mi hija, este blog junto con el foro de SUA (superando un aborto) han sido mi terapia, he llorado, he reído, he plasmado mis dudas y temores mas profundos aquí...
He contado mi historia por si algún día decidía compartirla un poco mas allá pensando también en si mas tarde a alguien le pudiese servir.

Por este tiempo la muerte de el bebe que esperábamos ha colmado mi vida, he cambiado como mujer y he crecido como persona, me he tomado mi tiempo, he vivido mi duelo.

Y se que ha llegado el momento de decir adiós, que estoy lista, siento que no debo seguir en este punto, ya me aportó...ya dolió, y si, YA PASO.

Nunca olvidaré, pero no puedo quedarme aquí mas tiempo, debo saltar a la última piedrecita del rio y tocar orilla, me espera un bosque entero lleno de todo, lleno de vida.

 EL DUELO TERMINÓ.

lunes, 1 de abril de 2013

Fue una putada que te fueras.

Mañana se cumple un añito desde que nuestra querida Gabriela se marchase, sentimientos que vuelven a removerse hasta producir dolor dulce en las entrañas al echarte de menos sabiendo que nunca te fuiste del todo. Ojala hubiese sido de otro modo, ojala tu plan hubiese contemplado el quedarte con nosotros, sería maravilloso verte ahora dar tus primeros pasos...pero los pasos los hemos tenido que dar nosotros, pasos gigantescos para no perdernos en la amargura tan grande que dejaste. Duele y ahoga el vació, ese que por fin se que nadie ni nada llenará jamás, prefiero pronunciar tu nombre para creerte mas cerca. Un año lleno de días, de levantar la cabeza, de crecer, de sentirme mas grande, mas buena, a hecho falta un año entero para que llegase este día y me diese cuenta que el camino recorrido a sido ir arrastrándome, que no hubo cambios en mi, al menos no que mereciesen la pena, que todo sigue igual y que realmente fue una putada que te fueras. Mi pequeña luna, hoy me falla la fe, no estoy mas triste que cualquier otro día, ni siquiera estoy enfadada pero deja que hoy te añore, deja que me pierda en el que podría haber sido tu olor un instante, deja que recuerde tus manos e intente agarrarlas para sentir tu ternura, deja me imaginar tus labios pronunciando ¨mamá¨... hemos pasado la tarde moldeando arcilla, tu hermano te ha hecho unos corazones y estrellas preciosos, les ha hecho un agujerito por si te apetece colgarte lo del pelo, a dicho que sino puedes colocarlo en tu nube cuando sea navidad, así será la mas brillante de todas, me ha preguntado como ibas a saber que te habíamos hecho unos regalos, como íbamos a mandártelos, vaya lecciones tenías guardadas para el... Gabriela, Gabriela, Gabriela...mi niña. Quizás se termine una etapa, quizás debamos despedirnos un poquito mas desde hoy...vamos pequeña, soltemos nuestras manos, te dejo libre, te dejo ir, vuela por fin, hazlo grande y bonito, recuerda mi esencia para que puedas reconocerme fuera, seré la que te mira y sonríe, la que te espera en un abrazo que jamás terminara. 2 de abril de 2013...un año desde que tu corazón dejo de latir dentro de mi.

jueves, 7 de marzo de 2013

Editando quien soy...

Soy la orgullosa mama de Marco, un cachorrito humano nacido el 18 de junio de 2009 tras un duro parto (no respetado)
Practicantes y defensores del c.p.l.m (el colecho, el porteo y la lactacia materna) Así de feliz me presentaba hace ya algún tiempo, cuando pretendía empezar a escribir un blog a cerca de porteo y demás peripecias para no parecer simplemente una mamá un poco hippie... Hoy releo y descubro que esa ya no soy yo, esa frase ya no define nada. Editemos pues, tras la pérdida de un hijo es lo menos que puedes hacer por ti, como escribió en su día Monica Alvarez ¨perdona a la mujer que fuiste¨, perdona la, deja la marchar y empieza a amar quien eres hoy, quizás un buen comienzo sea hacer una presentación formal: Soy persona, soy mujer, soy madre, madre de un niño maravilloso que me enseña las mil caras del sol y de una niña etérea con la que compartí solamente su vida acuática, mi pequeña hada que me enseña a diario todas las caras de la luna. Por mis hijos soy y me reinvento, por mis hijos crezco, por mis hijos avanzo y comprendo, gracias a ellos me encuentro con mujeres, madres, hermosas lunas caminantes como yo, gracias a vosotras, gracias a mis hijos, gracias a la vida.

lunes, 4 de marzo de 2013

soñe con ella...

Estaba en un hospital, todo se precipitaba al igual que pasó en realidad, corría con mi hija entra las piernas buscando como una loba un lugar tranquilo donde acostarme y poder verla con tranquilidad, solas ella y yo.

 Era un pasillo lleno de puertas, pero en todas ellas había una mujer que acababa de dar a luz o estaba a punto, abro una de las puertas, un pequeño cuarto, está vacío, con puertas a los dos lados, quiero cerrarlas para asegurarme que nadie entrará, aparece mi marido,también el me molesta, quiero estar sola. Empiezo a impacientarme necesito ver el cuerpo de la niña, salgo...intento robar a alguna de las mamás una toalla, una manta, necesito donde poner el cuerpo de mi bebe, finalmente encuentro una mantita rosa, preciosa, no me preocupa que esté destinada a arropar a otro, la cojo y corro de nuevo a mi guarida...

Por fin puedo bajarme la ropa y acabar de parir el cuerpo sin vida de mi hija, sin dolor, como fue en realidad... hay mucha sangre, cojo su pequeño cuerpo, es blandito, casi no tiene consistencia alguna, lo dejo con cuidado en la mantita y lo contemplo...es perfecto, puedo verla, olerla y saber que era real...

 Mi marido entra, la niña abre los ojos, esta viva!! no sabemos que hacer, si llamar un médico o irnos a casa, ¨va a morir¨ dice mi marido, entonces...vámonos a casa, entre los dos volvemos a coger ese pequeño cuerpo escurridizo, frágil, desnudo, precioso, lo pongo sobre mi pecho, debajo de la ropa y salimos de allí, nadie nos mira, intentamos disimular, por fin podemos volver a casa con nuestra pequeña... _________________

Porque nadie mejor que una misma sabe lo que necesita, pude ver a mi niña...

Han pasado mas de 7 meses desde que parí a mi hija muerta.

 Preparé para cuando llegase ese momento todo lo que estuvo en mi mano, quise a pesar de todo tener un parto del que poder renacer, darle una despedida digna a mi pequeña, me informé hasta la saciedad de todas las opciones, de todas las posibilidades, tenía claro que quería sostenerla en mis brazos una vez muerta y fuera de mi cuerpo, hasta preparé alguna prenda especial, quería fotografiarla...guardarla para siempre en mi recuerdo, tener algo suyo que me recordase que efectivamente estuvo aquí, que no lo soñé.

Se me olvido no perder la conciencia de que al final, las cosas no tienen porque ser como esperas, se me olvido reconocer que no controlamos a penas una pequeña parte de nuestras vidas. Sabéis que finalmente no fue como habíamos esperado, el pequeño cuerpecito de mi niña había sufrido demasiado y bueno...a vista de expertos no era ¨apto¨ para recibir caricias. Tuve muchas dudas, hasta el último momento pensé en bajar y poder verlo, pedí en repetidas ocasiones que me explicasen su estado, me convencí a mi misma de que era mejor dejarlo así, no verla, y si...no dudo en que fuese lo mejor entonces, también yo había sufrido demasiado y las expectativas que me había forjado no correspondían con la realidad, y eso que ya de por sí eran duras. Lo dejé estar y la dejé ir, sentí además que no era ese cuerpecito lo realmente importante, ELLA era mucho mas y seguiría siéndolo para siempre.

 Ha pasado el tiempo... Estoy fuerte, ya no duele tanto...guardo el recuerdo y sobre todo una experiencia que me ha hecho mas fuerte y mas persona, le estoy agradecida a la vida porque no hubiese aprendido esta lección de ninguna otra manera y me siento como después de un gran dolor de cabeza, porque sabía que tenía que pasar por aquí y ya he pasado, porque ya ha dejado de doler, ya no me siento pequeñita ni desgraciada y le doy gracias a mi pequeña, que nos eligió a nosotros para seguir trazando también su camino,  con su vuelo nos ha dado alas a nosotros.

 Ahora necesitaba ponerle una imagen a lo que sucedió, saber que tenía forma humana, contemplar cada uno de los detalles que formaban ese cuerpo tan pequeñito y tan perfecto e imperfecto a la vez, necesitaba verla ahora, desde la distancia, desde la serenidad y la fortaleza que hace unos meses no tenía.

 Me ha costado muchos viajes a anatomía patológica, me he ido encontrando incansablemente con profesionales que aunque con buena voluntad, han querido protegerme de algo ¨tan desagradable¨, me han dicho tantas cosas...no puedo creer que sea la única persona en 20 años que haya ido con esa petición, me han mirado asombrados, algunas veces he sentido cierta compasión en sus miradas...lo se, tengo un aspecto débil y pequeñito, quizás pensaron que estaba loca. Pero soy perseverante y nadie mejor que una misma sabe lo que necesita.

Gracias a mi cabezonería, por fin pude ver sus fotos...  no hay nada de lo que hablan, no veo vísceras  no veo fealdad, contemplo sus manitas, pequeñas...sus piernitas regordetas y sus pies, cuento sus deditos...veo sus labios y su naricilla, es parecida a la de su hermano, la contemplo en su plenitud...respiro hondo, no siento tristeza, no lloro...siento calma porque veo que es real, que fue verdad que estuvo aquí. Noto alguien detrás de mis espalda, como en otras muchas ocasiones.
Quizás ella también tenía miedo de como me lo iba a tomar, de la impresión que me iba a causar lo que quedo tras su marcha... pues eras preciosa Gabriela, tan pequeñita y tan mía,¡¡Mi hija!!

 No puedo acabar de otro modo...TE QUIERO MUCHO PEQUEÑINA, gracias por estar ahí...ya te lo dijo mamá en su día, reponte, tomate el tiempo que necesites para curar tus heridas, esas que no pudiste soltar la otra vez...y si debe de ser así, aquí te estaremos esperando, con la misma ilusión que la primera vez.

Pero ahora, vuela alto, vuela grande... mi hada, sigue tu camino, yo seguiré el mio, ese que un día fue nuestro.